viernes, 19 de agosto de 2011

De ratones y hombres

Meses hacía que no escribía (me ha salido un pareado, je) y en ese tiempo han pasado muchas cosas, unas buenas y otras no tanto.. Pero sí hay algo de lo que quiero hablar -aunque se que nadie va a escucharme-:

De los que no tienen cojones -u ovarios- para insultar a los demás y se amparan para ello en inmundas covachas conspiranoicas o en máscaras de anónimo.

Creo que se pueden ser muchas cosas, pero lo que no se puede ser es hipócrita; l@s que, traspasando las fronteras de la Libertad de expresión, se dedican a insultar, menospreciar, vejar y calumniar, l@s que se dedican a esparcir infundios, l@s que manipulan torticeramente las reglas para que sirvan a sus deseos no pueden tener más que mi desprecio. Y si, además, úntandose de mieles la lengua viperina cuando escriben dentro de wikipedia, se disfrazan de justos sin querer darse cuenta de que cuando se es justo, se es dentro y fuera, en la vida privada y en la pública, entonces son unos fariseos.

L@s que sin ser los perpetradores de estas deleznables actitudes, se dedican solamente al papel de lametraserillos y a abrazar farolas, aplaudiendo los rebuznos de las acémilas que los profieren y haciéndoles de corifeos, solo pueden tener mi lástima.

Sì, ya lo se: les he insultado. Pero debo decir en mi descargo que estas mismas palabras las he dejado en Wikipedia con mi firma, y que, al fin y al cabo, invoco en mi defensa la exceptio veritatis.

Uf, qué a gusto me he quedado...

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